Comunicar para la salud ambiental. Por Lic. Fabiana Frayssinet

06.05.2020
No hay salud pública sin comunicación ni temas de comunicación que casi no involucren directa o indirectamente un tema de salud ambiental, sobre los más afectados por ese delicado equilibrio: los niños y niñas.

Hoy, la ecología- que hace tan solo 23 años en un siglo - antes de la histórica "Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo", popularizara y mediatizara términos como "Desarrollo Sostenible" y "Salud Ambiental" o "Socio-Ambiental -la enfermedad y la muerte derivada de esas no prácticas, están presentes en los caracteres más grandes de los titulares, y en las primeras planas más rojas de nuestros diarios, noticieros radiales y televisivos, y redes sociales.

Allí, en la conocida como "Eco'92"-realizada del 3 al 14 de junio de 1992, en Río de Janeiro -representantes de 178 gobiernos dejaron por escrito el compromiso de adoptar un enfoque de desarrollo que protegiera el medio ambiente, mientras se aseguraba el desarrollo económico y social.

"Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza". "Para alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente debe ser parte del proceso de desarrollo y no puede ser considerado por separado", fueron algunos de los principios establecidos en la "Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo".

Allí también se sentaron las bases para conceptos ya incorporados definitivamente a la Salud Pública, como el de "Salud ambiental".

"La salud ambiental está relacionada con todos los factores físicos, químicos y biológicos externos de una persona. Es decir, que engloba factores ambientales que podrían incidir en la salud y se basa en la prevención de las enfermedades y en la creación de ambientes propicios para la salud", define la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Empecé mi carrera como corresponsal internacional - hace 26 años en Centroamérica y luego en Brasil y en mi país, Argentina - y yo misma ,que cubría temas generales, me vi involucrada sin proponérmelo, en especificidades de esos conceptos, en el barro, donde se hacían carne, alma y corazón sufriente, y dejaban atrás el fantasma frío de las palabras académicas .

Por eso, si ahondo en mi propia historia, no es por afán de protagonismo, sino para intentar hacer comprensible cómo la Salud Pública y ustedes los profesionales y directivos de salud, que tienen la responsabilidad de fundamentar e implementar esas políticas, y en última instancia -o en primera instancia - sus pacientes, no están exentos de un tema que hoy nos atraviesa a todos, a veces en su forma más dolorosa - lamentablemente - y palpable mediáticamente: la tragedia, las epidemias, la catástrofe socio ambiental, la contaminación, los desastres "naturales", la muerte.

"3 niños con SindromeUremico hemolítico".

"Carne sin vigilar en Frigorífico sin Veterinario o bromatólogo"

"Plomo en ... por desechos industriales"

"Malformaciones fetales, cáncer y abortos por fumigaciones en ...

"Muerte por cianuro en ...Famatina

"Inundación en La Plata con perros muertos con Leptospirosis"

"Escorpionismo en Capital por las tierras de los socavones del Subte, de la MESOPOTAMIA"

"Inundación favorece la ruta del dengue"

"Clima tropicalizado por CO2 en la atmósfera favorece inundaciones, dengue, leptospiras"

"Falta de recolección de residuos favorece el desarrollo de cucarachas que son el manjar de los colilargos que producen Hantavirosis"

"Heces y entrañas de las cabras favorecen la Hidatidosis en asentamientos mapuches"

"Trabajo golondrina extendió Chagas en todo el país".

"Tres personas con botulismo por comer porotos en..."

Ustedes, los que ante los ojos de la gente común "visten el guardapolvo blanco"con mayúsculas -los agentes sanitarios,los enfermeros,los técnicos investigadores, los obstetras, los médicos, los directores de salud- son necesarios para evitar esos titulares, tanto a la hora de la cura, como a la de erigirse como portavoces claros de mensajes de prevención y promoción de la salud, destinados a quien será la población que en el futuro nos pase sus facturas y nos defina como país: nuestra infancia.

Una infancia sana será en las próximas generaciones esa nación sana "desarrollada sosteniblemente" y "rica", es decir sin deudas sociales pendientes.

Los medios apenas visibilizamos la tragedia que grita o podemos ser los "médiums" que los ayuden a des exorcizar esos fantasmas.

Es cuestión de acordar roles- más allá de polarizaciones político-mediáticas - para anticipar ese mensaje, y ayudar a ponerlo en la agenda de salud.

De las definiciones académicas, al "barro" de la comunicación ambiental

En Centroamérica, di mis primeros pasos como periodista, en caminos de tierra roja, trabajando para una agencia internacional de noticias, que abordaba - cuando todavía nadie lo hacía - asuntos de ambientales.

Eran tiempos de guerra en Guatemala y a las variables del conflicto armado interno se sumaban otras violencias. La más evidente y la que persiste todavía casi 20 años después de la pacificación: la morbilidad y mortalidad infantil, la desnutrición crónica, el analfabetismo, la falta de acceso al agua y al saneamiento ambiental. La dramática situación de los rostros de niños y niñas, enmascarados detrás de los peores indicadores de América Latina y el Caribe.

IPS, la agencia donde me formé como periodista, nació en 1964 como un medio alternativo a las grandes agencias transnacionales. Fue una gran promotora del Nuevo Orden Informativo Mundial y desde los 70, asumió como parte fundamental de su cobertura los llamados temas globales de desarrollo: Infancia, mujer o género, población, indígenas, migraciones, desarrollo y, muy especialmente, el ambiente y su papel fundamental en el desarrollo.

Desde fines de los 80, IPS pasó a ser una voz de vanguardia en posicionar el fenómeno del cambio climático cuando expresiones como "el tiempo está loco" pasaron a tener fundamentos científicos y a entenderse como una respuesta con rigurosidad científica, a intervenciones humanas como la deforestación, la contaminación industrial, el uso de combustibles fósiles, la expansión de la frontera agrícola, el mal uso de los recursos naturales.

Como corresponsal de esa agencia, cubrí más tarde, en 2012, "Río más 20", en Río de Janeiro, donde se evaluaban 20 años desde "Eco 92".

Para entonces la gente común ya se movilizaba en las calles con esas pancartas, porque entendía en su propia piel, que las advertencias de 20 años atrás eran ciertas: que el clima estaba cambiando, que subía el mar,que aumentaban inundaciones, incendios, sequías, epidemias, los casos de alergias infantiles,que proliferaban plagas, que disminuían las abejas y los bichitos de luz, que nevaba en Buenos Aires, que "que frío y que calor".

En IPS, temas tuve oportunidad de trabajar lado a lado con agencias internacionales de Naciones Unidas, como UNICEF, PNUD, OMS, OPS, OMS, UNESCO, PNUMA, FIDA, FAO, con las cuales desarrollábamos proyectos periodísticos sobre temas indígenas, salud, desplazados y refugiados, desarrollo sostenible, agricultura familiar, inequidad de género, educación y salud, este último como un tema transversal en todos los abordados.

Las circunstancias hicieron que comenzara a colaborar como corresponsal de medios radiales como los servicios latinoamericanos como Radio Nederland de Holanda y de Radio Suecia. Más tarde situaciones accidentales hicieron que me introdujera en la mediática televisiva, en CNN en Español, donde fui corresponsal desde 1995 en Guatemala hasta 2011, en Brasil, entre otros medios hispanos .

Era un periodismo contrario al alternativo de "los grandes medios", para el que hasta entonces había trabajado. Pero allí llevé mi escuela de formación de IPS, en el abordaje de las noticias televisivas.

Los noticieros televisivos no nos permiten en general extendernos más allá de 2 minutos en una noticia. Son las "hardnews"(noticias fuertes), en las que podemos abordar la noticia poco más allá de un titular, de una manera fugaz y sin muchas posibilidades de profundizar lo que hay detrás de lo que tuvo impacto mediático.

Cubría muchos temas. Desde política, economía, visitas de Papas, entrevistas con presidentes latinoamericanos, y hasta futbol. Pero también suicidios sin aparente causa en poblaciones indígenas, epidemias de cólera, de dengue, inundaciones, derrumbes, sequías, incendios forestales, derrames de petróleo en el mar, mortalidad de peces en las lagunas, invasión en zonas urbanas de yacarés, carpinchos y micos.

Y allí cubriendo sobre el terreno y todo terreno las noticias "duras", es cuando irónicamente tuve la oportunidad entender en su dimensión más integral, que era el periodismo ambiental y por ende la salud ambiental,en su forma más empírica. Lo entendí a través de su desenlace más dramático: la enfermedad, la epidemia, la catástrofe, la tragedia que podría haber sido evitada.

Eso me estimuló a comenzar a incluir - dentro de los límites de tiempo televisivos- por lo menos un párrafo de una entrevista de algún médico, biólogo, geólogo, químico, oceanógrafo, meteorólogo, médico, explicando el porqué.

Más tarde la cadena donde trabajaba comenzó a hacer programas específicos para profundizar esas "breakingnews": "Eco- lógica", un programa de media hora con una temática ambiental y "Consulta Médica", donde a través de entrevistas con médicos y pacientes, tratábamos los problemas de salud que afectaban a nuestras poblaciones latinoamericanas, y sus orígenes, también ambientales.

Fue cuando percibí que no se puede tener una mirada inocente o simplista de la noticia.

Que detrás de los terribles deslaves de Angra dos Reis que sepultaron un hotel entero y con él a varios turistas, había deforestación, y detrás de eso, un avance turístico extractivo.

Que detrás de la horrible tragedia de las inundaciones y deslizamientos de tierra en la región serrana del Estado de Río de Janeiro, en enero de 2011, y las enfermedades que sobrevinieron a la destrucción, con casi 1000 muertos - con los que yo misma me tropezaba en el camino porque ni había tiempo de recogerlos - había deforestación, mala planificación urbana, no respeto de los limites ribereños para construcción de casas, ausencia de una política de salud pública y de prevención de desastres.

Que detrás de la epidemia de cólera en Guatemala había falta de acceso al agua potable, o de la del dengue en Brasil, lluvias extremas y calor que favorecían la acumulación de agua y con ello el caldo de cultivo de mosquitos aedes aegypti.

Que detrás de los alarmantes casos de suicidios de indígenas Guaranis-Kaiowá, en el Estado brasileño de Mato Grosso do Sul, había angustia y con ello alcoholismo, ante la pérdida de territorios y recursos naturales, desculturización paulatina y la necesidad de emigrar para sobrevivir.

Que detrás de los yacarés invadiendo mansiones de barrios urbanos de Río de Janeiro - que los bomberos tenían que ir a sacar de las piscinas - y del miedo de las madres a que "ataquen a nuestros hijos", había una pérdida del hábitat.

Que detrás de la aparición repentina de cobras en algunos barrios, había expansión de basurales a cielo abierto, que atraían ratas, que a su vez atraían cobras, y a la vez una invasión de aves de rapiña inusuales.

Que detrás de un barrio entero que se derrumbó en el municipio brasileño de São Gonçalo, arrastrando y sepultando a sus habitantes, viviendas y sus pobres y pocas pertenencias, había desidia, falta de planificación urbana. El barrio había sido construido sobre una montaña de basura.

Que detrás de incendios de forestales de miles de hectáreas, había expansión de ganado en ecosistemas sensibles.

Pero también estaba se escurría el tema de la salud ambiental, a través de notas netamente económicas...

Cómo el gran descubrimiento del petróleo de aguas profundas en Brasil, y sus implicaciones en el calentamiento global, o de hidrocarburos no convencionales - "shale" - en la Patagonia argentina

Como la expansión de cultivos transgénicos y - en consecuencia - las fumigaciones con agroquímicos soja en Sudamérica, y su probable incidencia en casos de cáncer, deformaciones fetales, pérdidas de embarazos.

Como la expansión de la industria siderúrgica en la Bahía de Sepetiba - al oeste del municipio de Río de Janeiro - donde los vecinos se enfermaban por la emisión de lo que llamaban románticamente "lluvia de plata", pero que en realidad era una emisión contaminante de grafito.

O había temas ambientales, en notas aparentemente policiales como el asesinato de pescadores en la Bahía de Guanabara - y sus conflictos de intereses con las multinacionales petroleras - por la mortalidad de peces - su alimento - y la desmejora de sus índices nutricionales.

Comencé abordando la noticia para después verme arrojada a las profundidades pantanosas del porqué y sus consecuencias.

Los titulares optimistas y posibles de la salud ambiental

Según la OMS: de la OMS:https://www.who.int/features/factfiles/environmental_health/environmental_health_facts/es/

. Si el medio ambiente fuera más saludable, cada año se podrían evitar hasta 13 millones de defunciones.

. En los niños menores de cinco años, un tercio de las enfermedades son causadas por factores ambientales como la insalubridad del agua y la contaminación del aire.

. Cada año se podría salvar la vida a cuatro millones de menores de cinco años -la mayoría en los países en desarrollo- previniendo riesgos ambientales como el agua insalubre y la contaminación del aire.

. En los países en desarrollo, las principales enfermedades de origen medioambiental son las enfermedades diarreicas, las infecciones de las vías respiratorias inferiores, los traumatismos involuntarios y la malaria.

. Un mejor saneamiento del medio permitiría evitar un 40% de las muertes por malaria, 41% de las muertes por infecciones de las vías respiratorias inferiores y 94% de las muertes por enfermedades diarreicas: las tres causas principales de mortalidad en la niñez en todo el mundo.

. En los países menos adelantados, un tercio de las muertes y las enfermedades se deben directamente a causas ambientales.

. En los países desarrollados, un medio ambiente más saludable permitiría reducir considerablemente la incidencia de cánceres, enfermedades cardiovasculares, asma, infecciones de las vías respiratorias inferiores, enfermedades osteomusculares, lesiones por accidentes de tránsito, intoxicaciones y ahogamientos.

. Los factores ambientales influyen en 85 de las 102 categorías de enfermedades y traumatismos enumeradas en el Informe sobre la salud en el mundo.

. Una gran parte de esas muertes, enfermedades y discapacidades podrían evitarse mediante intervenciones bien focalizadas como el fomento del almacenamiento seguro del agua doméstica, una mayor higiene y la utilización de combustibles más limpios y seguros.

. Otras intervenciones que pueden contribuir a la salubridad del medio son las siguientes: aumentar la seguridad de los edificios; promover el uso y manejo seguros de las sustancias tóxicas en el hogar y en el lugar de trabajo; y gestionar mejor los recursos hídricos.

Estos pueden ser los titulares de un futuro no muy lejano. Y ustedes - los diseñadores de las políticas y los profesionales de salud - podrían ser los "editores" que los ayuden a poner en la primera plana, e impulsando a otras instancias políticas, sociales y económicas,a darles el marco para promoverlos.

Ustedes como "fuentes" de la noticia, o como "traductores" - a través de nuestros medios - para prevenir una epidemia (o una sola muerte evitable) o también para no causar pánico o alarma innecesaria.

A la gente con acceso a la educación, y más aún a la de sectores de bajos recursos socioeconómicos, les cuesta asociar salud con ambiente. Los medios pueden ser una herramienta de promoción de salud aliada, a sus profesionales en esa tarea.

Nada como ir hasta la última choza, para ver y escuchar a la gente, a las poblaciones afectadas. Lo hacen ustedes a través de la a veces silenciosa presencia de la medicina familiar, en rincones que muchos no ubican en el mapa. Y lo podemos hacer nosotros, los medios, acompañándolos.

Ir a escuchar a ver que tienen que decir los campesinos que aprendieron a mitigar el cambio climático en sus terrenos, o a improvisar creativas tecnologías populares para recolectar agua de lluvia o de fuentes alternativas de energía.

A los indígenas que cuentan su papel de guardianes ambientales en tal o cual territorio y que parten de sabidurías y medicinas ancestrales

Ustedes pueden darnos a los medios esos "personajes" positivos de una historia, sacándolos del terreno científico y comunicados de prensa, aterrizándolos en ejemplos concretos y cotidianos.

Ustedes o sus instituciones académicas pueden llevarnos a conocer la historia, no desde la fría entrevista en un laboratorio o en un gabinete ministerial, sino en el campo, en el terreno donde actúan e investigan.

Podemos serles útiles y no sólo el trino del pájaro de mal agüero, en los titulares de los periódicos.

Las fuentes expertas -ustedes - de la sociedad civil organizada y de los sectores políticos, son igualmente invaluables, pero no sustitutivas de las protagónicas.

A ustedes acudimos para darle un fundamento científico a lo que dicen nuestras "voces humanas" y a escucharlas en el oído, en su lenguaje cotidiano.

Pero ustedes son los que tendrán que explicar porque "el tiempo está loco",o porque "mi bebé tiene alergias respiratorias" y como evitarlas, o "cómo y a donde debo acudir cuando mi embarazo corre riesgos", o "como debo evitar un hijo no deseado y que métodos debo utilizar para un sexo seguro que no me contagie enfermedades malas", o "porqué las palomas ya no son las de antes que convivían con uno respetablemente ,y ahora en cambio nos invaden como en una película de Hitchcock ,y de cómo evitar esta nueva epidemia urbana", o de "porqué es importante que no tirebolsas de basura a los ríos o a la calle, porque eso provocará inundaciones más fuertes y enfermedades".

Y a nosotros y a ustedes, nos corresponderá ayudar conjuntamente, junto a las empresas y gobiernos, a contrarrestar las prácticas nocivas industriales, a erradicar los componentes perjudiciales de sus productos, a explicar que existen canales de denuncia para los derechos del consumidor, a explicar que si pagan un alimento tiene que estar como mínimo en condiciones sanitarias adecuadas y controladas, a mostrar cómo una huerta escolar - o comunitaria - orgánica puede ayudar a combatir la desnutrición y promover una alimentación saludable que no está en los supermercados, y a promover encuestas- localizadas- epidemiológicas ambientales, para detectar elementos de contaminación u otros factores de riesgo.

Pero para eso tenemos que promover una estrategia de comunicación saludable que traduzca el lenguaje científico, al de los que no detentan nuestros mismos saberes.

No podemos ser los medios, los traductores de la caligrafía médica, a riesgo de equivocarnos o de no llegar a quién debemos llegar, o de que o lo entienda y siga considerando la salud ambiental, como algo de otro planeta.

Pero que sin embargo, pueden ser las víctimas de esas catástrofes ambientales, o los que también tienen en sus manos cambiar o evitar la situación.

Hacia una comunicación para una salud ambiental:

¿Cómo una política de salud puede implementarse desde los medios?

¿Cómo los médicos pueden ser portavoces claros desde los medios para llegar a quién quieren en última instancia: padres, niños, adolescentes, jóvenes?

¿Qué espacios de los medios podemos utilizar para difundir una política de comunicación saludable?

¿Cómo instrumentar campañas de salud y conductas saludables y preventivas a través de los medios?

¿Con qué medios llegan a las poblaciones más aisladas y marginadas?

¿Con qué lenguaje?

¿A través de qué líderes mediáticos?

¿Cómo podemos asesorar a los profesionales de salud para que se conviertan en portavoces claros de campañas de salud o en el contacto cotidiano de sus pacientes?

¿Cómo instrumentary con quienes un "Sistema de Comunicación en Salud Ambiental" eficiente?

¿Cómo coordinarlo y combinar recursos con otros ministerios?

¿Cómo articular la atención primaria en salud con una atención primaria ambiental?

¿Cómo involucrar a la población - con la difusión también de los medios- en la identificación de fuentes de contaminación y su denuncia efectiva a través de los canales correspondientes?

Les dejo las preguntas para que todos juntos comencemos a pensar, y a dar respuestas.

LA AUTORA

Lic. Fabiana Frayssinet

Periodista argentina. Ex corresponsal de la televisión CNN EN ESPAÑOL, Radio Nederland, de Holanda, y Radio Suecia.

Corresponsal de la agencia internacional de noticias, Inter Press Service (IPS) con sede mundial en Roma, Italia con la cual realizó proyectos periodísticos especiales para agencias de Naciones Unidas como UNICEF, OMS, OPS, PNUD, FAO, FIDA, UNESCO, PNUMA.

Es Co/autora de libro "Let the dawn come : social development : looking behind the cliches", de PanosInstitute (London).

Ha colaborado con UNIVISION y NTN24, TV CARACOL COLOMBIA, TELE AMAZONAS, National Public Radio (NPR)

© 2020 Portal de Salud del niño, niña y adolescente. Escuela de Gobierno en Salud Floreal Ferrara. Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires
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