Chiquilín de Bachin

de angelito con bluyín,
vende rosas por las mesas
del boliche de Bachín.
Si la luna brilla
sobre la parrilla,
come luna y pan de hollín.
Cada día en su tristeza
que no quiere amanecer,
lo madruga un seis de enero
con la estrella del revés,
y tres reyes gatos
roban sus zapatos,
uno izquierdo y el otro ¡también!
Chiquilín,
dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.
Baleáme con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín.
Cuando el sol pone a los pibes
delantales de aprender,
él aprende cuánto cero
le quedaba por saber.
Y a su madre mira,
yira que te yira,
pero no la quiere ver.
Cada aurora, en la basura,
con un pan y un tallarín,
se fabrica un barrilete
para irse ¡y sigue aquí!
Es un hombre extraño,
niño de mil años,
que por dentro le enreda el piolín.
Chiquilín,
dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.
Baleáme con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín.
"Chiquilín de Bachín" es un vals que nació en 1969 y que debemos al genio musical de Astor Piazolla y a la poesía de Horacio Ferrer.
"Bachín" era el nombre de un restaurante que en ese entonces -ya no existe- estaba en el centro de Buenos Aires, en Rodríguez Peña entre Corrientes y Sarmiento. Como ocurre siempre, allá también entraban algunos vendedores ambulantes ofreciendo distintos artículos que vendían para poder vivir.
A veces eran personas mayores, a veces eran chicos. Y entre todos ellos, había un "chiquilín" de unos ocho o nueve años, al que su mamá traía hasta la puerta. Vendía flores para ayudar a su familia.
Desde luego, los grandes del arte, se tomaron el tiempo de grabar el doloroso tema sobre la niñez abandonada.
Horacio Ferrer (Montevideo, 2 de junio de 1933) es un poeta uruguayo autor de poesías y letras de canciones de tango. Es especialmente famoso por los tangos canciones realizados con Astor Piazzolla, como Balada para un loco y Chiquilín de Bachín.